Martin (perilla y camisa a cuadros) y Lourdes (tipazo y melena blanca) son mis amigos cubanos. Entrañables y queridos colegas de Javier, he tenido la suerte de heredar su amistad y su apoyo (ellos ayudándome a mi con la que les cae cada dia!!).
A sus incontables vicisitudes personales para vivir dentro del bloqueo, hay que añadir las que tienen para impulsar, realizar y exportar sus projectos de biologia, dentro y fuera de una isla ecologicamente rica. Dificultades para asistir a conferencias y relacionarse con la comunidad internacional, contactos imprescindibles para la actualización de conocimientos y experiencias, dificultades de financiación, para investigar hay que invertir, y así una larga larga lista de problemas para vivir cada dia y trabajar con la dignidad que los proyectos merecen.
A todo ello hay que añadir que, en seis meses, perdieron a sus dos amigos en Barcelona, los que más les ayudaron, tanto en lo profesional como en lo personal: Javier y Paco.
Ellos también han heredado nuestra amistad, la de dos viudas: Chus y jo. Nosotras, que no nos conocíamos en persona, ahora somos amigas, unidas al principio por el dolor y los recuerdos, y por nuestro mutuos amigos cubanos. Ahora por la ilusión de que nuestros amigos encuentren continuidad en sus proyectos de cooperación en Barelona, nosotras encontrando nuestros nuevos caminos y, ojalá, podamos reunirnos los cuatro de nuevo en el 2010.
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